ACTIVIDAD Nº 7: El libro blanco del docente

¡¡Holaa!!

Muy buenas, en la entrada de hoy voy a hablaros sobre algo que aún tenía pendiente. Pero más vale tarde que nunca, o eso dicen. Voy a hablar sobre el Libro Blanco de la profesión docente, cuyos autores son José Antonio Marina, Carmen Pellicer y Jesús Manso. Entre las propuestas concretas contenidas en el Libro Blanco se pueden destacar:


  • La formación de los docentes articulada en tres etapas: formación de grado, seguida de una prueba de selección nacional para ingresar en el proceso de profesionalización y especialización docente; máster teórico-práctico de un año de duración impartidos por una red de Centros Superiores de Formación del profesorado para cuyo acceso se establecerían pruebas nacionales por áreas de conocimiento. A continuación se iniciaría un periodo de formación de tres años, a modo de MIR educativo, durante el cual tendrían la condición de Docentes en Prácticas (DEP). Tras los tres años de formación, aquéllos docentes que deseasen ingresar en la función pública docente deberían superar una evaluación final para comprobar la adquisición de las capacidades necesarias para el desempeño de la tarea docente. 
  • La formación tanto inicial como permanente del profesorado debería impartirse en Centros Superiores de Formación del Profesorado. Sin embargo, parte de dicha formación debería realizarse en centros educativos para favorecer la formación conjunta del claustro.
  • Evaluación sistemática y periódica de los docentes de todos los niveles y cuerpos educativos, a través de los siguientes parámetros: portfolio del docente, progreso educativo de los alumnos, observación del docente en el aula, evaluación de los resultados del centro. Entre los criterios fundamentales a seguir en la evaluación se señalan la opinión de los alumnos medida con cuestionarios, la relación del docente con las familias, la participación del profesor en actividades del centro y la evaluación por parte del centro.
  • Desarrollo de la carrera docente a través de tres posibles vías: progreso académico (se propone un recorrido desde el ejercicio de la docencia en el aula hasta el ejercicio de la docencia a nivel universitario, pasando por figuras como tutor de prácticas, inspector o miembro del Consejo Pedagógico del Estado); progreso en la gestión docente (desde profesor hasta profesor de gestión); y progreso en el mismo puesto de trabajo (caso en el que se podría reconocer la calidad del desempeño docente a través de becas de formación, permisos sabáticos para ampliar estudios, o incentivos honoríficos y económicos).

¡Hasta la próxima!

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